jueves, 19 de enero de 2012

¿Qué hacer en caso de presenciar un maltrato infantil?


Actuación ante la detección del abuso del menor

Al presenciar  un maltrato infantil se debe realizar una  primera entrevista con los padres o cuidadores, procurando tener en cuenta los siguientes aspectos:
• La entrevista se llevará en privado.
• Aceptar inicialmente las explicaciones  familiares y evitar  la confrontación dialéctica.
• Actitud no punitiva o juzgadora.
• Utilizar un lenguaje comprensible a la hora de proporcionar información, en tono suave y normal.
• No insistir en preguntas que no quieran responder.
• Asegurar la confidencialidad.  

De ser  necesario entrevistar al niño, se valorará la posible repercusión sobre el menor, procurando que no se sienta culpable; ya que nuestra actitud será de escucha y es por esto que debemos recabar  toda la información sobre:

• Estructura y dinámica familiar.
• Condiciones higiénico-sanitarias de la vivienda.
• Estado de salud de los convivientes. Conductas adictivas.
• Condiciones laborales y socioeconómicas.
• Apoyo de otros familiares, vecinos o servicios sociales.

                Luego de haber seguido estos pasos se recomienda:

*El examen clínico del menor debe ser meticuloso y a la vez cuidadoso para no revivir el  trauma, evitar exploraciones innecesarias o repetidas si pensamos que por la gravedad o importancia de la lesión va a ser remitido a médico forense o centro hospitalario.

*En caso de sospecha de maltrato emocional es conveniente derivar al niño a servicios de psicología o salud mental para poder hacer un diagnóstico diferencial con otros trastornos. Es frecuente que un menor sufra más de un tipo de maltrato al mismo tiempo, estos casos apenas se dan solos; también existen menores que sufren trato negligente o abandono físico ocasionando abuso emocional.

*La notificación del caso es una condición necesaria para posibilitar la intervención del Servicio de Protección al Menor, además es una obligación legal y profesional (Ley de Enjuiciamiento Criminal, artículo 262. Ley de Protección Jurídica al Menor, articulo 13. Código Penal Artículo 407, 450. Código de Deontología y Ética Médica, articulo 30.2).

*Cuando se encuentre gravedad de las lesiones o necesidad de recoger pruebas forenses se remitirá a un Centro Hospitalario donde se procederá a la intervención Policial y/o Judicial.

*Sospecha de alto de riesgo de desamparo familiar se asegurará el ingreso en un Centro Hospitalario, no solo los casos graves deben ser notificados; también los aparentemente leves y las situaciones de riesgo.





Intervención



Desde el ámbito sanitario, la intervención sobre la sospecha de maltrato infantil comprende:

• Tratamiento de las lesiones y sus secuelas físicas.
• Establecer medidas protectoras en caso de sospecha de riesgo de contagio ( inmunización , tétanos, hepatitis B, tratamiento profiláctico de enfermedades infecto contagiosas o lesiones físicas, controles serológicos de enfermedades de transmisión sexual).
• Establecer medidas de prevención de embarazo secundario a agresión sexual.
• Asegurar el tratamiento emocional- psicológico remitiendo al niño a centros de salud mental infantojuvenil.
• Coordinarse con los servicios sociales de la zona, respetando las respectivas áreas de trabajo, facilitando la comunicación, la toma de decisiones colegiadas, realizando informes periódicos del estado de salud física del niño.
• Seguimiento de la familia y el niño para el tratamiento de las crisis (secuelas, repetición del
maltrato, problemas de salud asociados).   

Recomendaciones:

• Realizar intervención preventiva terciaria, tal como la referida en el epígrafe de prevención secundaria.

• Procurar la atención al grupo familiar, adoptando medidas terapéuticas oportunas (frente al alcoholismo, toxicomanías, trastornos psiquiátricos, planificación familiar, etc.). Se valorará el remitir a las familias a grupos de ayuda mutua, educadores familiares o psicoterapeutas como apoyo a la familia.
• Favorecer la atención del menor en su propia familia, siempre que ello sea posible y  así de esta manera ir  procurando la participación de los padres y familiares próximos en el proceso de normalización de su vida social.

lunes, 16 de enero de 2012

Perfil psicológico del maltratador/a

 Fue maltratado por sus padres, bien en forma de abusos físicos, psicológicos o sexuales, o fue testigo de ellos.
- Aprendió a someterse a la voluntad del hombre, representado por la figura paterna autoritaria y punitiva; por ello adoptan un rol pasivo, de sumisión y sometimiento en sus relaciones.
- Está acostumbrada a conductas violentas pues éstas han sido su medio de vida y las ve como normales.
- No se valora como persona a causa de esa infancia traumática, e intenta adaptarse a una vida perpetua de malos tratos.
- Tiene baja autoestima y la desvalorización como persona ( y como mujer en la mayoría de los casos), conducen a una vida de sumisión y obediencia.
- Tiene un concepto del amor que la lleva al sacrificio y a la dependencia absoluta de su pareja; en las relaciones de pareja la víctima lo da todo por el otro miembro, es altruista y está dispuesta a sacrificarlo todo por el otro, comportamientos que conducen a la dependencia exclusiva de su pareja.
- Necesita la aprobación de su pareja, no tienen autonomía, viven para hacer felices al otro miembro del par.
- No tolera la idea del fracaso debido a su desvalorización y baja autoestima, que hace que tenga una visión irrealista de su situación y no perciba, como tal, la humillación a la que está siendo sometida; así mismo, percibe el sufrimiento como desafío e intenta, engañándose a sí misma, convertir a su pareja en la ideal a pesar de que esto suponga culpabilizarse ella de todos los problemas...
- Como mujer, se siente inferior, física y psicológicamente, al hombre.
- Permanece silenciosa si la pareja está presente, se presenta como “anulada”, dice que es incapaz, incompetente,...
- Confronta continuamente sentimientos ambivalentes de odio y amor respecto a su pareja.
- Sobre valora el rol masculino y su importancia para la familia.
- Presenta problemas de salud recurrentes: somatizaciones, dolores de cabeza, problemas de sueño, agotamiento, etc

PREVENCIÓN Y DETECCIÓN DEL MALTRATO INFANTIL

 Prevención primaria, dirigida la población general con el objetivo de evitar la presencia de factores predisponentes o de riesgo y potenciar los factores protectores.

Se recomienda:
o Sensibilización y formación de profesionales de Atención Primaria en la detección y prevención del maltrato infantil.
o Intervenir en la psicoprofilaxis obstétrica (preparación al parto), incrementando las habilidades de los padres en el cuidado de los hijos, en las relaciones educativas y afectivas que se establecen en la relación padres-hijos .
o Intervenir en las "escuelas de padres" u otros centros comunitarios promoviendo valores de estima hacia la infancia, la mujer y la paternidad.
o Prevenir el embarazo no deseado, principalmente en mujeres jóvenes, mediante la educación sexual en centros escolares y en el Programa del Niño Sano (controles de salud de los 11, 12 y 14 años realizados en atención primaria) , facilitar recursos de planificación familiar.
o Búsqueda sistemática de factores de riesgo y factores protectores en la apertura de la Historia de Salud de Atención Primaria, recabando información de aspectos psicosociales, dinámica familiar etc. de la población infantil atendida. Igualmente se debe actualizar dicha información en los controles sucesivos, evaluando la calidad del vínculo afectivo padres-hijos, los cuidados al niño, presencia de síntomas que sugieren abandono o carencia afectiva, actitud de los padres frente al establecimiento de normas y limites: azotes, castigos o correcciones verbales desproporcionadas.
o Intervenir en las consultas con amabilidad y empatía cuando observamos  prácticas de castigo corporal   que se establecen inapropiadamente en la relación padres e hijos (nalgadas, sacudidas, amenazas, reprimenda con abuso psíquico, etc.), discutiendo métodos alternativos de disciplina, refuerzos positivos a la buena conducta del niño y estableciendo objetivos de reducción de experiencias de confrontación padres-hijo.
o Utilizar " Guías Anticipadoras" dentro del Programa del Niño Sano para discutir a cada edad específica los requerimientos del niño (alimentación, higiene, sueño, cólico del lactante, rabietas, control de esfínteres, etc.), reconocer la dificultad que entraña cada nuevo periodo del desarrollo, brindar orientación práctica en cuanto al establecimiento de disciplina constructiva y promover la estimulación del niño y el crecimiento emocional estable.
o Identificar los puntos valiosos y positivos de los padres, alabar sus esfuerzos, reforzar la autoestima y la competencia.
·         Prevención secundaria, dirigida a la población de riesgo con el objetivo de reducir daños y atenuar los factores de riesgo presentes, potenciando los factores protectores.
  Se recomienda:
o             Reconocer situaciones de abandono o trato negligente en el niño, establecer estrategias contra el trato negligente concentrado en las necesidades básicas de los niños más que en las omisiones en la atención por los padres. Evaluar la situación de negligencia y consultar con Servicio de Protección al Menor.
o             Reconocer situaciones de violencia doméstica o de  abuso a la mujer como una medida efectiva de prevenir el maltrato infantil, 30 a 70 % de las familias en que se abusa de un adulto habrá abuso en menores. (AAP, 1998).
o             Reconocer las conductas paternas de disciplina inapropiada (amenazas, reprimendas, sacudidas,...).Ofrecer métodos alternativos de disciplina y reducción de experiencias de confrontación padres -hijos. Considerar remitir a la familia a un centro de psicología para educar en el "manejo del enfado y la ira".
o             Remitir a centros de salud mental a padres con adicción a alcohol, drogas o trastornos psiquiátricos. Recomendar el tratamiento por su médico de familia de los trastornos de ansiedad o depresivos.
o             Conocer y ofrecer a las familias que lo precisen todos los recursos comunitarios de ayuda psicológica a adultos y niños, social, laboral o económica.
o             Coordinar con el trabajador social de la zona objetivos, planes, estrategias y ayudas definidas para cada familia de riesgo.
o             Visita domiciliaria realizada por enfermería a familias de alto riesgo, desde la etapa prenatal hasta los dos años de vida, con frecuencia mensual, duración de cada visita de 20 a 40 minutos y un contenido definido previamente para cada familia. La detección prenatal se realiza por el médico de familia y la matrona en los controles de la embarazada.
o             Aumentar las visitas dentro del  Programa del Niño Sano, estableciendo objetivos específicos de educación sanitaria (que aumenten la capacidad y habilidad para cuidar a su hijo y modificar actitudes o creencias sobre disciplina y necesidades psicoafectivas) y de seguimiento de las familias de riesgo. Se incluyen las recomendaciones del nivel anterior referido a la "Guía Anticipadora", métodos positivos de disciplina constructiva y estimulación del afecto y cariño entre padres e hijos.